miércoles, 17 de febrero de 2010

un cuento de corazón

Un día un hombre joven se sitúo en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaba en él ní máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubierán visto. Al verse admirado el joven se sintío más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer él corazón más hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo: " ¿ Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?". Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su alrededor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió "¿Comó puede él decir que su corazón es más hermoso?". El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se hecho a reír.

" Debes estar bromeando," dijo. " Compara tu corazón con el mío... el mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

" Es cierto," dijo el anciano, " tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo"...

Mira cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.".

" Hubo opotunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."

" ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso ?".

El joven permanecío en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con el tapó la herida abierta del joven.

La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

(kikystar)

3 comentarios:

  1. Hola Isabel, me alegro de ver que sigues alimentando tu blog, y por cierto con un cuento precioso, cuentos como los que me gustan desde que era chica y pienso que me seguirán gustando hasta que muera, de ellos sacamos conclusiones que nos hacen meditar y si tenemos suerte apreciar y seguir creciendo.
    Un besico gordo.
    Vivian.

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  2. Hola!
    Muy bonito el cuento, lleno de significado. Eso es el amor, generoso, desprendido y siempre dispuesto a estar en cualquier lugar, aunque sea a trocitos.
    Gracias por ponerlo a nuestra disposición.
    Un abrazo.

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  3. Que bara y que caro nos resulta regalar algo que es gratis y no nos supone coste alguno, sólo el riesgo imperfecto del dolor que se vuelve a suplir con Amor.
    Me ha encantado,gracias por regalarnos un trocito del tuyo ...besos

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